lunes, 23 de noviembre de 2009

ROJO LUMINOSO DEL 68

Me salvaron la vida

Yo tenía treinta y cinco años,
siete hijos, una televisión,
mil pájaros negros y un deseo:
dormir como Marilyn Monroe.
Por aquella ventana luminosa
contemplaba a los estudiantes franceses
lanzar adoquines a los guardias
y consignas al pueblo:
¡La imaginación al poder!
¡Prohibido prohibir!
¡Abajo la experiencia!
Yo tenía treinta y cinco años,
siete hijos y mil pájaros negros.
Y comencé a disparar adoquines
con la imaginación.
Disparaba adoquines sobre mi vida gris
porque tenía mil pájaros negros.
Aquellos estudiantes dignificaron el sexo
trajeron libros nuevos
y entró con ellos un ventarrón de libertad
que alejó el vuelo de mis pájaros.
Aquellos estudiantes rompieron
el mundo cerrado de los dogmas.
Querían el amor y no la guerra.
Rompieron las normas ya caducas
Rompieron las cadenas que nos tenían paralizados.
Con aquellos estudiantes entré en la “contracultura”
¡Descubrí que podía pensar por mi cuenta!
¡Abajo la fe del carbonero!
Aquellos estudiantes, sin saberlo, me salvaron la vida.

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