martes, 20 de abril de 2010
Dedicadas a la muerte de mi marido
DE ÚLTIMA HORA
Hoy,en tu día de fiesta,
hemos descubierto un acontecimiento:
una pareja de pájaros
han hecho nido en uno de tus árboles.
Hay cinco huevecitos diminutos
y dos pajaritos se turnan en cuidarlos.
Se espantan si te acercas.
He cerrado las puertas de cristales
y no dejo que nadie les moleste.
¡Si vieras tu terraza cuajadita de flores¡
Hoy, amor mio, con todos tus amigos, te convocarenos.
Quizá nos veas echándote de menos.
¡Ay, ven volando aunque no te veamos!
como esos pajaritos, querido, ven a tu nido.
LA RECIÉN CASADA
(Campo de Criptana)
-Ese es mi pueblo- le ha susurrado tierno su buen marido.
Niña de la ciudad, con sus ojos curiosos, ve un mar de espigas,
mar amarillo, y un oasis de verdes- esas son vides-
y molinos airosos en el silencio. Vientecillo en la sierra,
a sus aires gozosos va Don Quijote, y la niña lo llama:
-¡Ay viejo amigo!- lo conoce muy bien y aval le pide
para su suegra que es maestra de escuela. Hoy la examinan,
de amor la prueba, y de buenos modales.
Descubre el pueblo, y su queso sin trampas, bebe su vino,
todo sin sombras, como el sol que deslumbra sobre lo blanco.
Una vieja de negro, con su falda plisada avanza erguida
con el porte soberbio, como una reina.
Se le cruza un anciano con una blusa. Se saludan austeros.
Los añiles brillando, el sol ardiendo.
A la joven casada le gusta el pueblo, que en el se encarne
es el consejo de un cura amigo: José María Llanos
¿Y cómo hacerlo? Si en la ciudad no es nadie, si ella no sabe...
Va anocheciendo, en la calma de azules se apaga el cielo
y la recién casada va comprendiendo
que encarnarse en el pueblo es conocerlo.
COMPAÑERO
A veces, delicado, me regalas una rosa,
o me traes a la cama el desayuno,
o aderezas la cena.
Es tu manera de decir :Te quiero.
Acepto esos dones, pero no me conformo.
Quiero tu alma toda, tus pensamientos íntimos.
Quiero palabras como lluvia de oro.
Ciega no veo que estás en la rosa,
en la tostada de miel, o en la sencilla cena.
Estás en lo pequeño, en lo de cada día,
Cotidiano en amor, en la rutina.
Día a día en la rosa y en la cena.
LA TORMENTA
(Robada de la prosa de José Luis Sampedro)
Súbitos remolinos de polvo
anuncian la tormenta.
El cielo se llena de nubarrones
que oscurecen la media tarde.
La luz vivísima del rayo
rasga, por un instante las tinieblas.
Luego el trallazo del trueno
y enorme goterones comienzan su concierto.
¡Qué delicia estar en casa
aquí, contigo, bajo esta música,
cobijados en el olor a tierra mojada!
Chocan violentísimos los rayos,
y los truenos se suceden,
sus estampidos producen un estruendo insoportable.
El cielo se rompe en cataratas.
Y yo aquí, a salvo, tan feliz contigo.
AMOR
Cada vez que te digo que no estoy enamorada
te pones triste. Es cuestión de semántica.
No les das el mismo valor a mis palabras.
Ya no te mueres por mis pedazos, me tienes cariño.
Ni para ti no hay más Dios ni Santa María, somos amigos.
Ni suspiras encelado, me miras con buenos ojos.
Nunca me has rendido tu libre albedrío, me basta con tu estima.
Jamás has sido mi esclavo, ni yo la tuya, somos libres.
Tampoco me has idolatrado, sólo me elegiste.
Hay gozosas etapas en el camino que recorremos juntos, con cariño, cordialidad, deseando ser entrañablemente inseparables, sin olvidar
lo erótico, respetando la personalidad, siendo amables y obsequiosos.
Así es el amor en el diccionario. No me digas, amor,
¿ no es mejor esto que estar enamorado?
EL CACTUS
Como un cactus lleno de espinas, eres tu.
Sin arrancar del tiesto
porque se espera el milagro de la vida que renace
y que un día, de repente, florezca
y toda la casa se llene de perfume.
Por eso espero el milagro
y conservo tus raíces, cactus mió.
LA SOLEDAD EN LA PIEL
La soledad en la piel
me sobrecoge con sus gritos de auxilio,
Me lanza un SOS de caricias.
No hay sequedad semejante a esta
que las mejores cremas de belleza
no podrán aliviar.
Son sólo esos dedos tuyos el remedio
poniendo en contacto tus nervios con los míos.
No importan las fisuras, arrugas del alma
si tus dedos van alisando el miedo
ALTAMIRA
¿Te acuerdas?
Entramos solos en la cueva.
Entonces no había cupos para visitarla.
Nos tendimos en el suelo, Eramos jóvenes.
Aún no nos dolían los huesos.
Y la madre tierra nos cubrió con su manto.
Había magia. La recibí. La asimilé.
Me llenó toda entera.
Y supe que era hija de la tierra y de un poder extraño.
EGIPTO
A la luz de la luna, abrazados, la divisamos:
Esa mole triangular y fantasmagórica.
La historia se rescribía para nosotros dos.
¿Y tu alma querido?
¿Vaga por el espacio y me ves en esta otra noche de luna llena?
LA CITA
En 2010 yo tenía una cita con la muerte.
Se presentó la desnarigada.
Y se llevó lo que más quería: Al compañero, al padre de mis hijos, A mi amigo.
Se equivocó La Parca de cliente.
Hoy recorro la casa buscándole Y no lo encuentro.
Le llamo y sólo me responde el silencio.
Llegó la muerte y se cumplió la cita.
En este mal invierno Se llevó La Parca la mitad de mi vida Y se cumplió esa cita equivocada .
EL RELOJ
Yo ya lo había oído
Que se paraba el reloj
A la par que la vida
Y se acabó tu vida.
Se paró mi reloj,
Se le acabó la pila.
Justo a la hora que morías
A las cinco y pico de la noche
Mientas tu mano en la mía sostenía.
Se apagó el reloj en la distancia.
Cuando llegué a la casa,
Esa hora marcaba mi desgracia
TU SILLÓN
¿Tienen magia las cosas?
Hoy se marcha tu sillón de casa.
Vuelve a su lugar de origen.
Empezó en tu despacho, pasó al de Ana.
Volvió a tu casa.
Es demasiado alto para mi talla.
Hoy vuelve a Ana.
¿Tendrá ese sillón algo tuyo?
¿Transmitirá tu lógica?
¿Le dará tu bondad a quie lo use?
¿Tienen magia las cosas?
ALAMEDA
Este día de sol, tan luminoso
tu y yo habríamos cogido el coche
y mientras oímos recetas de cocina
habríamos llegado a La Alameda
y paseado a la orilla de su rio.
Quizá no hubieramos cruzado una palabra.
En los cincuenta años compartidos
estaba todo dicho.
En este día de sol tan luminoso
no puedo verte ni tocarte.
Ya no será nuestra Alameda como antes.
Hoy sólo tengo la mitad de alegría
por este sol tan luminoso
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Hay muchas maneras de llevar un luto, y el de escribir me parece uno de los mejores. A mí también me ayuda y leerte me alivia la pena porque la hace salir a chorros.
ResponderEliminarGracias mamá
Hola Cristina, estupenda fiesta, seguro que se la merecía de largo. No le he conocido apenas, algo más gracias al honor de leer tu pre-libro, pero aún así, te conozco a ti, y he visto parte de su obra y su familia. Sin ninguna duda. ¡ Se la merecía, cómo él quería !
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por compartir este momento con vosotros.
José Antonio
Te he conocido en la tertulia poética de Poekas, de la que cada vez estoy más contento de pertenecer. De tus labios y con el timbre de voz de la experiencia, he escuchado el poema"El Reloj". Lo hemos comentado como queriendo aprender de las palabras, de la voz, del tiempo.
ResponderEliminarNos has comentado la fiesta de despedida de tu marido y al mirarte he visto la fuerza que tienes. Espero que estes bien y nos hables más con tus letras.
Un saludo: Felipe Boluda